P. Víctor Hugo Jiménez, L.C.
Háblenos de ese momento que marcó su camino al sacerdocio ¿Qué lo hizo pensar en ser sacerdote? Cuando entré al Centro Vocacional tenía once años. Podría parecer extraño que desde tan pequeño tomara una decisión que, en definitiva, compromete toda una vida; sin embargo, Dios tiene sus caminos: para mí la vocación no nació como un “flechazo”, un momento de gracia en el que vi que Dios me quería aquí y no en otro lugar; fue diverso: Dios plantó en mí la semilla de la vocación, que fue madurando poco a poco a lo largo de mi vida, al inicio como una inquietud, como todas las semillas que al principio dan un pequeño retoño, pero con el tiempo fue ganando fuerza hasta convertirse en una certeza, un árbol fuerte que ya está dispuesto a dar fruto.
¿Por qué la Legión y no otro lugar?
Dios sabe cómo hace sus cosas: cuando comencé no tenía mucho conocimiento de la Legión o del Regnum Christi, yo era feliz porque estaba en el seminario; sin embargo, el conocimiento lleva progresivamente al convencimiento. Conocer a la Legión y al Movimiento hizo que me convenciera de ellos, de su misión de llevar a Cristo al mundo y de darlo a conocer a los demás. Dios se vale de mil caminos para hacernos ver lo que quiere de nosotros, en mi caso, se trató de un camino progresivo en el que, a medida que pasaba el tiempo, me iba desvelando cada vez más su plan sobre mí.
¿Qué ha sido lo que más le ha ayudado en su vocación?
¡Uf, tantas cosas…! Elegir una sería casi menospreciar y no hacerle justicia a las demás. La cercanía de tantas personas que en distintos momentos me han ayudado más de lo que creerían: tantos sacerdotes y hermanos legionarios que directa o indirectamente me han ayudado con su ejemplo y su palabra, mi familia que a lo largo de los años siempre me ha apoyado de una manera constante y permanente a pesar de lo mucho que le ha costado el hecho de no poder vernos tanto como quisiéramos… En fin, tanta gente que me ha ayudado con su palabra o su ejemplo.
A lo largo de estos años seguramente habrá vivido momentos dificiles y otros maravillosos. Cuéntenos algo de ellos.
Sería contar circunstancias, aspectos tal vez muy subjetivos que para mí fueron bellos o dificiles y que al contarlos pueden perder su drama o su belleza. Siempre los momentos de dudas asoman de tanto en tanto, las crisis siempre vienen. Sin embargo, bien aprovechadas, las crisis son momentos de superación. Momentos bellos los he tenido, y muchos, sin embargo, los que dejan más huella, son los pequeños o grandes momentos en que he podido ayudar a alguien, en los que he podido ser un canal para que Dios llegara a una persona.
¿En qué le gustaría ejercer su ministerio sacerdotal?
En un lugar en el que pueda ayudar al mayor número posible de gente. Siempre he imaginado el sacerdote como aquel que está entre las personas consolando, animando y sanando. Así me gustaría verme, llevando a los demás el tesoro que yo mismo he encontrado y que es capaz de dar sentido a cualquier vida. Ciertamente, mi primera misión será ayudar en formación de sacerdotes diocesanos en Roma; qué mejor manera de llegar a más personas que ayudar a formar los corazones de aquellos que serán Cristo en medio a su pueblo el día de mañana.
¿Qué le gustaría aportar como sacerdote a la familia del Regnum Christi?
Lo que soy. Me gustaría poder aportar lo poco o mucho que Dios me ha regalado para poner al servicio de los demás; el apostolado o lugar desde donde lo haga sé que es indiferente. Santa Teresita es patrona de las misiones y nunca salió de su convento, lo importante es el corazón y la intención, luego, Dios irá indicando el dónde.
Nació el 26 de diciembre de 1985 en Medellín, Colombia. Ingresó al Centro Vocacional en La Estrella, Colombia, el 1 de diciembre de 1997 y posteriormente pasó al Noviciado de esa misma ciudad en enero de 2003; allí emitió su primera profesión religiosa en febrero de 2005. De 2005 a 2007 cursó las humanidades en Salamanca, España y luego inició el bachillerato en filosofía en el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en Roma. En 2009 inició sus prácticas apostólicas en Medellín, como prefecto de estudios del Centro Vocacional de Rionegro. Cuatro años más tarde regresó a Roma, donde obtuvo una licencia en filosofía por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum en 2015, y posteriormente el bachillerato en Teología.